domingo, 25 de octubre de 2015

TE VENDO POR UNA COPA


TE VENDO POR UNA COPA 

“Y cambiar a una madre por otra copa”, así decían los magníficos Héroes del Silencio en su canción Flor Venenosa. Pues sí, hay gente capaz de vender a su madre por una copa y por algo peor en mi humilde opinión, como ridiculizarla para elevar su puto ego. Esta gentuza convive con nosotros día a día, en el trabajo, en nuestra comunidad, en el gimnasio, etc. Hay que tener cuidado porque cuando eres una persona educada y respetuosa es fácil de que te conviertas en la presa de estos imbéciles acomplejados, frustrados con baja autoestima y muy muy lameculos. Puedes estar disfrutando de un buen día en compañía de amigos, donde este “elemento” se mimetiza perfectamente, y en un momento dado oyes una parida refiriéndose a tu persona con el único objetivo de ofenderte y humillarte por simple egolatría. Entonces se te pasan por la cabeza un abanico de posibilidades con el que te puedes “defender”: 1) hacer como que no lo has oído y maldecir para tus adentros; 2) reírte como si te hubiese hecho gracia que te dejen como una mierda delante de gente; 3) contestarle en la misma línea, lo cual es peor, porque después te hará sentir que te has picado por una cosa sin importancia; y por último 4) encararte a él y decirle en su puta cara que es gilipollas. Por desgracia, la elecciones que prevalecen son la 1 y la 2, lo que hace que te vayas a casa maldiciendo y pensando, ¿soy buena persona o tonto?

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